RivaSanz no es solo un nombre, es la fusión de mis apellidos: Sanz y Rivas. Una mezcla que encierra historia, legado y una forma muy personal de entender el vino.
El apellido Sanz lleva generaciones vinculado al mundo del vino en La Seca. Detrás de él hay familias de bodegueros y viticultores que, con esfuerzo y pasión, han dado forma a una tradición que hoy continúa viva en cada uno de nuestros viñedos.
RivaSanz Viñedos nace con la intención de honrar ese pasado, pero también de mirar hacia el futuro. Una marca que refleja quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, con el verdejo como estandarte y la tierra como inspiración.
RivaSanz Verdejo
Vino
Buena intensidad en nariz marcada por fruta blanca y cítricos. También se aprecian aromas de hinojo, con un fondo anisado balsámico. En boca aparece de nuevo la fruta blanca, con una acidez fresca, bien integrada. Posee una buena estructura que favorece su persistencia
Denominación de origen
D.O. Rueda
Variedad
100% verdejo criado sobre lías
Añada
2023
Situados en la icónica Milla de Oro
Nuestras fincas se encuentran en la famosa Milla de Oro en la denominación de origen Rueda, específicamente en la que comprende La Seca – Rueda y Serrada.
El suelo destaca por ser un terreno arcillo arenoso y cascajoso (con cantos rodados), perfecto para la elaboración de nuestro Verdejo.
Me llamo Javier Sanz Rivas y soy la quinta generación de una familia de viticultores en La Seca, en pleno corazón de la D.O. Rueda. Desde siempre, el vino ha sido parte de mi vida. Los viñedos que hoy cultivo son herencia de mi tatarabuelo, un legado que ha pasado de mano en mano con el mismo respeto y pasión con el que se cuidan las raíces más profundas.
Recuerdo con cariño cómo mi abuelo y mi padre me transmitieron su amor por la viña, enseñándome que no se trata solo de cultivar uvas, sino de entender la tierra, el clima, el ritmo de la naturaleza. Desde pequeño he estado involucrado en cada vendimia, cuando todo se hacía a mano, con esfuerzo, pero también con una enorme dedicación.
En RivaSanz, seguimos trabajando como lo hacían ellos: con paciencia, con mimo y con la certeza de que cada botella cuenta una historia que empezó hace generaciones. La nuestra.
Nuestros viñedos presentan predominantemente suelos arenosos-arcillosos con cantos rodados, pobres en materia orgánica y con una capa caliza en el subsuelo. El terreno pedregoso proporciona regulación térmica y filtración natural.
Cultivamos viñedos con más de 40-50 años de antigüedad en 55 hectáreas en el corazón de La Seca. Estas viñas maduras producen uvas con una concentración y carácter excepcionales.
SOMOS LO QUE VENDEMOS
En Rivasanz, cuando decimos que amamos el Verdejo, no hablamos solo de su frescura en boca o su intensidad aromática. Hablamos de algo más profundo: nivel madrugar con niebla en los párpados, caminar entre los suelos pedregosos de Rueda, sentir el pulso de la viña antes de que el sol despunte.
Nos gusta escuchar al viticultor hablar del estrés hídrico, del equilibrio entre acidez y madurez, de cómo este año la poda temprana o las noches frescas marcarán el carácter del vino. Nos gusta estar allí cuando la uva aún está en la cepa, decidir si vendimiamos de noche o al alba, si el mosto debe fermentar en acero o acariciar una leve crianza sobre lías.
Nos gusta ser parte del trayecto que va del terroir a tu copa. Porque cada botella de Verdejo que elaboramos no nace solo de técnica, sino de respeto: al suelo, al clima, a quien lo cultiva y a quien lo bebe.
Somos ese puente invisible entre la tierra y tu mesa. Y en cada sorbo, llevas contigo la historia de un año, un viñedo, y una forma de entender el vino con alma.